Historia
El origen del Segugio se remonta a tiempos antiguos. Estos perros son ciertamente descendientes de los perros primitivos del antiguo Egipto, utilizados para el juego de caza. Ellos fueron introducidas a lo largo de la costa mediterránea por comerciantes y finalmente llegó a Italia. Numerosos dibujos de diversas dinastías de faraones egipcios dan testimonio de la presencia de perros muy parecidos al actual Segugio. Vamos señalar en particular la presencia de orejas colgantes, indudablemente signo de una domesticación avanzada. Por lo tanto, se puede suponer que el perro antiguo para la caza por olfato, aterrizó en Italia y dio nacimiento al presente Segugio, cuyas particularidades anatómicas generales se han mantenido prácticamente sin cambios en los últimos siglos. Perros del mismo tipo y estatura que el presente Segugio figuran sobre las estatuas de "Diane la cazadora" en el Museo de Nápoles y la de "Diane con arco y flecha" en el Museo del Vaticano. En el Castillo de Borso d'Este (1600) hay una pintura, que representa el tipo ideal del actual Segugio.