Historia
Los orígenes de los Setter datan de finales de la edad media en Francia, descendiendo del Braco. Aunque, según Edward Laverack, en su libro ""Los Setter"", el setter es un spaniel ""mejorado"". El setter ya existía antes que el pointer en Inglaterra, por lo cual en la creación del setter no existiría sangre de pointer. Fue llevado a Inglaterra donde se separaron distintas estirpes: el Setter galés (o Setter de LLandidloes), el Anglesea Setter, el irlandés, el Setter blanco y rojo, el Gordon Setter, el Ossulton Setter, etc…
El Setter inglés actual nace en el siglo XIX gracias a los esfuerzos del inglés Edward Laverack (1789-1877), aficionado a la caza y que crio Setter durante más de medio siglo de manera totalmente endogámica a partir de una pareja obtenida en 1825. En 1874 publicó un libro con el estándar de Setter Inglés. Debido a que los concursos de belleza aparecen poco antes de su muerte, Laverack solo logró tener dos campeones de estos concursos. A su muerte solo poseía cinco ejemplares de la raza, pero había difundido la sangre de sus perros por medio mundo.
El trabajo de Edward Laverack lo continúo su amigo Richard Purcell LLewellin (1840-1925), que compró varios perros a Laverack y creó su propia línea mezclándolos con Gordon Setter, Setter irlandeses y Setter ingleses de otros criadores, logrando una línea de gran belleza, algo más pequeños que los de Laverack, pero incansables e inmejorables para el trabajo en el campo. En 1890 se fundó el primer club de esta raza, el English Setter Club.