Historia
Esta raza se originó en la isla de Newfoundland y desciende de los perros autóctonos y del gran perro oso de color negro que fue introducido por los Vikingos después del año 1100. Aunque la raza mantuvo sus características esenciales, con la llegada de pescadores europeos una variedad de nuevas razas contribuyó a la formación y revigorización del Terranova. Cuando la colonización de la isla comenzó en 1610, esta raza ya poseía en gran medida su propia morfología y comportamiento natural. Estas características le permitieron soportar los rigores del clima, así como la adversidad en el mar, al mismo tiempo que arrastraba pesadas cargas a tierra o servía como perro de aguas o perro salvavidas.