Historia
Al final de la década de los treinta y principio de los cuarenta del siglo XIX, Heinrich Essig, cabildo de Leonberg cerca de Stuttgart, llevó a cabo el cruzamiento de una perra Terranueva de color blanco y negro, con un perro Gran San Bernardo llamado "Barry" procedente del hospicio del puerto de montaña del Gran San Bernardo. Posteriormente se agregó un perro de montaña de los Pireneos. Como resultado se obtuvieron grandes perros con pelo predominantemente largo y blanco. El objetivo de Essig era obtener un perro parecido al león: el león es el animal del escudo de la ciudad de Leonberg. Los primeros y verdaderos perros denominados "Leonberger" nacieron en 1846, reuniendo las principales características de las razas de las cuales procedieron. Poco tiempo después, muchos de estos perros fueron vendidos desde Leonberg a todo el mundo como símbolo de prestigio. Al final del siglo XIX el Leonberger fue considerado principalmente como perro labriego en la región de Baden-Württemberg. Se han elogiado mucho sus cualidades de vigilancia y perro de tracción. Durante las dos guerras mundiales y en la época difícil de la post-guerra, la cantidad de perros de crianza disminuyó dramáticamente.