La Conjuntivitis felina, se produce mayoritariamente por agentes infecciosos o por cuerpos extraños, que pueden ajenos o propios (una pestaña), el entropión o la conjuntivitis alérgica.
La conjuntivitis no afecta los segmentos más profundos del ojo, pero el diagnóstico diferencial se debe descartar glaucoma y la uveítis, ya que la conjuntivitis podría ser una consecuencia.
Los agentes infecciosos causantes de conjuntivitis felina son:
En todos los casos se produce hiperemia, quemosis y exudado. En la micoplasmosis y la clamidiosis la presentación generalmente es unilateral pudiéndose extender al otro ojo cuando se cronifica, en el primer caso el exudado es muy espeso y de color blanquecino, claramente purulento desde el inicio; las infecciones por Clamydia sp. van acompañadas de sintomatología respiratoria que, aunque suele ser subclínica, en cachorros sí puede ser evidente.
Las infecciones por herpes virus son las más frecuentes. La conjuntivitis por FHV-1 se caracteriza por presentación bilateral acompañada de infección respiratoria clínica, grave en gatitos de hasta 4 semanas (rinitis –> traqueítis –> bronconeumonía ). La presencia bilateral inicial y el exudado oculo nasal en gatos, nos orientan a herpes virus. Además, es el único agente que por sí solo, puede provocar queratitis (queratitis herpética) y úlceras corneales.
El diagnóstico debe tener en cuenta la vacunación (las vacunas no impiden la infección pero sí disminuyen la sintomatología), la edad y sí se puede saber, la afectación o no de otros cachorros de la camada e incluso la madre, la fecha de inicio del proceso y su manifestación (uni o bilateral y tipo de exudado). Se sugiere en todos los casos, realizar un examen de la superficie corneal que incluya una tinción de fluoresceína o rosa de Bengala, siendo éste más sensible para la detección de úlceras dendríticas en su inicio (úlceras microdendríticas). La morfología de las úlceras evidenciadas, puede orientar el diagnóstico hacía un agente etiológico específico, como es el caso de las úlceras dendríticas inducidas por el herpes virus.
El pilar del tratamiento es el uso de colirios antibióticos con cloranfenicol 4 veces al día. Se añadirá antibioterapia oral en caso de infección respiratoria (en cachorros no se debe usar tetraciclinas) y antiinflamatorios no esteroideos ante elevada inflamación palpebral. Cuando se sospeche de herpes virus por la presencia de una úlcera se puede administrar terapia con L-lisina, que disminuye la permanencia del virus y no tiene contraindicaciones; no se ha de olvidar el collar isabelino y el uso de atropina para el control del dolor si existe blefaroespasmo.